Podríamos decir que ella fue culpable de traición al rey, porque ella se negó a hacer lo que el rey le pidió que hiciera. Ella sabía tan bien como lo sabía el rey a qué habían venido esos hombres. Ella creyó al Dios de Israel. Ella obedeció la ley superior. Ella estaba disponible para llevar a cabo la intención de Dios. Fue un momento decisivo para ella. Ella tomó la decisión en ese momento que afectó el resto de su vida. Eso es lo que yo llamo decisión.
La fe convertidora de Rahab
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