No hay nada malo en planificar, de hecho, se te anima planificar. Pero será mejor que no planifiques y dejes a Dios por fuera. El Dr. Tony Evans nos recuerda que la vida está llena de incógnitas. Debemos planificar con la cabeza girando pendientes del entorno, es decir, con fluidez incorporada para cumplir la voluntad de Dios.
La planificación
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