En los tiempos antiguos se solía adorar a los animales como si fueran dioses. Es fácil reconocer la inutilidad de ese tipo de idolatría, pero la verdad es que todas nos vemos tentadas a adorar a otros dioses. Nancy DeMoss de Wolgemuth muestra cuán inútil es la idolatría en nuestros días. Acompáñanos en Aviva Nuestros Corazones.
Aleluya: Una celebración de alabanza, Día 3
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