El refrán, “Los arboles no nos dejan ver el bosque,” se aplica al mundo de muchas maneras. Las obligaciones y opciones que cada uno debemos confrontar nos pueden cegar al gran propósito de la historia. Nos volvemos despreocupados, descuidados y hasta duros de corazón con respecto al plan de Dios de culminar la historia con el regreso de Cristo.
No permitan que la sociedad los seduzca (Parte 1)
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