Con toda seguridad sabemos que ninguno de nosotros puede comprar a Dios con nuestras prácticas. La vida espiritual no es una especie de juego, de intercambio de favores con Dios.
Dios santo, pueblo puro
Agregar a favoritos
Con toda seguridad sabemos que ninguno de nosotros puede comprar a Dios con nuestras prácticas. La vida espiritual no es una especie de juego, de intercambio de favores con Dios.