Hemos visto anteriormente que el Dios del universo ha elegido revelarse a nosotros y que nos invita a acercarnos a Él y conocerlo. Al hacerlo, encontramos que Dios es Santo y perfecto, es enteramente bueno y amoroso, y que está presente en todas partes; descubrimos que Él es fiel, que es nuestro Proveedor, y que, en un mundo en constante cambio, Dios, el Eterno, nunca cambia. Pero no es así como la mayoría de nosotros vemos a Dios, ¿verdad? La mayoría de nosotros vemos a Dios como un juez enojado, un hacedor de reglas distante, un tirano esperando simplemente que nos equivoquemos para poder señalar nuestros fracasos y condenarnos. Y aunque podríamos explicar esta impresión negativa de Dios de varias maneras, una de las principales razones por las que lo vemos de esta manera, son las experiencias negativas que muchos de nosotros hemos tenido con nuestro propio padre, o con alguien que representa una figura paterna en nuestras vidas. Por eso, hoy queremos direccionar este aspecto crucial del carácter de Dios. Su rol como nuestro Padre, el Dios que nos ama como sus hijos. Escuche con nosotros ahora, mientras continuamos nuestra serie con el Episodio Nueve: Dios el Padre.
Dios el Padre
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