Vivo en una colina. Al final de mi camino, la carretera serpentea alrededor de un estanque y más allá de una arboleda. Y pienso en los discípulos cuando vieron a Jesús subir al cielo. Encomendados a una misión y desafiados, se aferraron a esa última visión.
Observando la colina
Agregar a favoritos